22/5/11

Un suspiro de 30 minutos.

Cuando todo parezca perdido, no te voy a llamar.
Simplemente porque no quiero escuchar lo que me tengas para decir.
Puesto que no me va a ayudar en nada.

Y no es que tu no puedas entender, o yo no quiera ser ayudado.
Acaso, ¿es tan difícil pensar...?
¿Que yo soy diferente a todos los destinatarios de tus soluciones?

Solo yo, y absolutamente solo yo.
El mundo se ha reducido a la nada misma.
Y en esa nada, permanezco yo.

Egocéntrico ¿dices?
Egomaniaco ¿dices tu?
Egolatría ¿procuras etiquetarme?

No, lo siento amor.
No es eso, es que simplemente...
Me has dado todas las razones.

...

Para pensar solo en mi.
Para pensar siempre por mi.
Para adorarme, solo a mi.

Al fin y al cabo, yo he vivido.
He vivido dos veces ya.
Y puedo decirte, que ha cambiado todo.

Al fin y al cabo, yo he muerto.
He muerto 3 veces ya.
Y puedo decirte, nada ha cambiado.

Yo ya no soy el mismo.
Ya nada es lo mismo.
Ya todo ha cambiado.

Puedes preguntarte:

¿En que quedamos?

Pues como he dicho antes.
Y seguiré diciendo, pues no me das razones
Para que diga otra cosa...

Mi amigo y amiga...
El mundo se ha reducido a la nada.
Y en la nada quedamos.

Suspiros...
Detrás de una cortina de humo de cigarrillo.


Pero tu puedes confiar en mi.
Porque yo nunca moriré.
Siempre estaré ahi para ti.
Y cuando tu caigas...
Yo contigo caeré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Recuerda que no eres jurado. Tu proceso aguarda en la recamara contigua.